Necesito de alguien que me mire a los ojos cuando hablo, que escuche mis tristezas y neurosis con paciencia y aún cuando no comprenda, respete mis sentimientos... Necesito de alguien que venga a luchar a mi lado sin ser llamado, alguien lo suficientemente amigo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme... Que se obstine en ser leal, simple y justo, que no se vaya
si algún día pierdo mi oro y no pueda ser mas la sensación de la fiesta... Necesito de un amigo que reciba con gratitud mi auxilio, mi mano extendida, aun cuando eso sea muy poco para sus necesidades... Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada, casi imposible:
LA AMISTAD...